La ciudad, construida entre los cerros Calvario y Niño Calvario (o Kesanani), tiene aproximadamente 6.000 habitantes y es conocida entre turistas y bolivianos por su espectacular Santuario de la Virgen de la Candelaria así como por ser punto de partida de las excursiones que visitan la Isla del Sol y la Luna. El carguero que la transportaba sufrió una avería y tuvo que recalar en la Baja California, en donde se desembarcaron las cajas de la iglesia para facilitar la reparación.