“El bus de rumbera” , le llaman y desde aquel día que cada vez que se trasladan lo hacen en el emblemático bus azul que irradia música y fiesta. Los esclavos utilizaban las herramientas con las que cavaban la tierra para hacer música y luego este ritmo fue evolucionando hasta el día de hoy que los jugadores a modo de bautismo danzan sin parar. Una de las costumbres que se aplica desde hace varios años es que cuando un futbolista llega al país, tiene que bailar y revivir la danza de sus orígenes al ritmo del Tambú.