La incógnita es qué color se usará el año que viene… Aunque el color de este año ha provocado no pocas chanzas y alguna que otra protesta por parte de los aficionados más tradicionales, la primera impresión es que sus ventas funcionan a buen ritmo, al menos por lo que se percibe en la calle. Aunque el color, oficialmente, es el carmesí, vista de cerca se trata de un naranja muy fuerte, que destaca mucho sobre el terreno de juego.