La mayoría de las marcas de moda y ropa deportiva occidentales no poseen instalaciones de producción, sino que contratan fábricas o proveedores independientes, a menudo en el sur global, para fabricar sus prendas. Además se va a instruir a conciencia a los árbitros para que reflejen en las actas de forma específica cualquier tipo de ofensa o incidente racista en que tomen parte tanto jugadores, entrenadores como el público.